Historia de Servicio a los Demás

D. Alonso Rodríguez de Camargo, Presbítero de la Orden de Calatrava y natural de Saceruela,  procedió a fusionar la Hermandad de Caballeros de la Vera Cruz, que databa del año 1565, con la más reciente Cofradía de Santa Ana, de 1570, ambas con sede en la Santa Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Cruces, aunque los Caballeros de la Vera Cruz contaban también con un Calvario propio. 

Así, crea con esta fusión, en tierras de los dominios de la Orden Militar de Calatrava, una Archicofradía a la que llama Orden del Sacer, que es una Orden Hospitalaria y no Militar que funciona durante siglos protegiendo y acogiendo a los peregrinos que se dirigían a Guadalupe por el Camino de Oriente desde Cartagena de Levante, en su último tramo desde la Villa de Saceruela a la Puebla de Guadalupe, residencia de María Santísima.

El Sacer, junto a otras órdenes, cofradías y archicofradías, tuvo que cesar su actividad por mandato del Gobierno de la Segunda República; pero el espíritu de cooperación y de ayuda a los demás de algunos de los descendientes de los últimos Caballeros Archicofrades, la hizo resurgir en 1989, manteniendo su deber hacia la Virgen de Guadalupe y sus peregrinos; así como aplicando su implicación cristiana con “toda aquella buena causa que así lo requiera”.

En la actualidad y con la condición jurídica de Asociación sin Ánimo de Lucro, mantenemos la vocación altruista de servicio a quien lo necesita, atendiendo las personas que realizan su peregrinación (como la Orden primigenia); pero también involucrándonos en todo tipo de labores benéficas tanto en nuestro entorno próximo como en Países en vías de desarrollo.

Con presencia en 16 provincias españolas, sumadas a representantes en otros 7 países, nuestra Orden del Sacer crece, cada año, con la incorporación de Damas y Caballeros.